Sector Sol
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El Sector Sol comprende los planetas de la Totalidad próximos al Sistema Solar, es decir, aquellos que quedaban a una distancia prudente de tal forma que, durante su colonización, los viajeros pudieron efectivamente volver a la Tierra y reencontrarse con sus parientes.
Las sociedades humanas de estos planetas tienen unas características comunes que, en la práctica, configuran un grupo de presión muy definido. Esas características devienen del reparto original de áreas de influencia por el que, en realidad, el Gobierno Solar reconocía los límites prácticos de su influencia y capacidad de imponer su autoridad, y en consecuencia optó por alejar cualquier amenaza futura.
Igualmente se nota la influencia entre los sistemas y las comunicaciones tempranas, y el hecho de que los antiguos de estos lugares cobrasen pronto su promesa, así como la efectividad de los royalties, las prebendas y las concesiones económicas.
Historia
Origen
El Sector Sol se originó cuando el Concilio reclamó como de dominio público cualquier sector en un radio de 100 años luz de la Tierra, el denominado "Radius del concilio". La mayoría de los planetas de este sector fue colonizado en épocas tempranas, bajo los principios de aperturismo, transparencia y pacifismo. Cualquier grupo privado que no aceptara estas normas estaba autorizado a organizar una expedición (no en vano el proyecto se regía por los principios del wikipismo), pero tal expedición debía ser a un sistema lejano. (Es decir, más allá del Radius, y de ahí la expresión actual Más Allá, aunque su significado haya variado ligeramente).
El gobierno proclamó su soberanía en el Radius como un mecanismo para vetar expediciones que pudieran desembocar en colonias incómodas en el futuro. Hasta el siglo 33 no se pudo afianzar el dominio del Radius, pero hasta entonces el concepto del Radius tuvo una influencia política y moral muy importante.
En la práctica, lo que se consolidó rápidamente fueron las proximidades del Sol. Ahora bien, cuando la Comisión de candidaturas de sistemas solares expuso sus conclusiones, se descubrió que había sistemas habitables cerca del Sol, pero dificilmente colonizables por ser mortecinos, turbulentos, radiactivos o, simplemente, poco convenientes. Las distancias medias se dispararon frente a lo que el Concilio había previsto.
Por otro lado, el Sistema Solar está profusamente rodeado de estrellas de tipo K y M, pero pocas de las deseadas G que sean análogos solares, no variables, de la edad adecuada y encima solitarias. Por no mencionar que tengan planetas en zonas de habitabilidad estables[1]. Por razones políticas y estratégicas, el Concilio tuvo que colonizar con bases y estaciones algunos sistemas próximos como Barnard y Próxima Centauri, porque nadie quería ir a montar allá una nueva vida, pero se consideraba importante reclamar el territorio por una cuestión jurídica. Máxime cuando Alfa Centauri llevaba un par de siglos revoloteando en el subconsciente colectivo como la siguiente gran frontera, y el Gobierno no podía dejarlo vacío. Se puso una base militar para alojar una guarnición de patrulleros que se dedicó a echar a los okupas [2].
Primeros sistemas
Planetas menores
Principalmente surgidos de estaciones de observación, avanzadillas científicas o militares, asentamientos no permanentes, laboratorios en órbita, y el único mundo anillo. La mayor parte está adscrito a otra entidad externa al sistema planetario en que se encuentra. Se citan sólo los más importantes.
Sistemas posteriores
Aquellos que, sin ser de orden menor, se fundaron con posterioridad a las 9 expediciones públicas.
- Pupis 7. Explorado automatizadamente, colonia en la segunda manga. Perteneció a la Totalidad, aunque lleva fuera de esta cientos de años, excepto por un pequeño lapso de unas semanas en el siglo 39. Tras el controvertido Incidente de Pupis 7, no parece que la cosa vaya a arreglarse.
- Helvetios 51 Pegasi.
- Iota Persei.
- Chang Cheng.
- Gliese 853.
- 61 Virginis.
- 86 G. Sagitari.
Características comunes
Estos Estados están caracterizados por un origen común, el destierro de cualquier radicalismo en el interior del radius del concilio, la relativa facilidad de comunicaciones intrageneracionales incluso en la era prehiperlumínica, y la protección y tutela del Sistema Solar.
Frente a los exoplanetas, Sector Sol es como norma más regular, acomodaticio, aburguesado. La colonización, sin ser fácil, no fue una lucha a muerte contra los elementos. Sólo hubo un gran accidente y ninguna expedición (salvo una) tuvo que ser auxiliada. Casi todos los sistemas de Sector Sol son de tamaño medio en cualquier indicador: población, densidad, PIB, producción industrial, número de patentes, capacidad de proceso de información, cuota militar.
Conservadurismo y tradicionalismo
Aunque los sistemas de Sector Sol tienen fama de conservadores, en realidad son consistentemente tradicionales. En general han defendido intereses comunes, son los primeros en haber articulado la Federación y empujado la Totalidad como meta. También experimentaron colectivamente la pérdida de centralidad en el siglo 33, y vieron con recelo lo mucho que habían cambiado las sociedades más alejadas y que tenían un total desapego por la Tierra, acaso porque sus ancestros no pensaban volver, mientras que los de Sector Sol tenían la perspectiva realista de poder regresar a la Tierra. Hacia los colonos de más allá del Radius, la suspicacia era mayor pues ¿no habían deseado irse lejos de todo contacto con el resto de la Humanidad? ¿Qué cambios serían capaces de operar en sí mismos?
Algunos estudiosos han explicado que la mayoría de los colonos había perdido la fe en el resto de la Humanidad y que aspiraban a refundarla por su cuenta ciñéndose a su propia receta. La cuestión es que algunos habían perdido la fe más que otros, y la medida de la pérdida de fe era proporcional a la distancia que ponían por medio. Los colonos de Sector Sol, en su mayoría, estaban en desacuerdo con muchas cosas, pero no renegaban de su familia extensa.
Muchas expediciones estuvieron empujadas por un espíritu similar al de los primeros colonos del siglo XXII: el deseo de ir a un mundo menos abarrotado donde poder llevar una vida autosuficiente como a uno mejor le parece[3]. En cualquier caso, las sociedades de Sector Sol evolucionaron de una manera muy similar, probablemente porque al alejarse relajaron sus propias tensiones. Se enfrentaron a sus contradicciones sin poder escurrir el bulto achacando los problemas a otros. Y, sin embargo, al mismo tiempo mantenían contacto con otros, con la perspectiva de comerciar en el futuro. Indudablemente, los casos más radicales fueron enviados más allá del Radius, y esa selección realizada por el Concilio hizo que la mayoría de los migrantes de las proximidades fueran esencialmente moderados a pesar de su apariencia iconoclasta.
En la actualidad, desde otros lugares de la Federación se considera que los habitantes de Sector Sol son ligeramente aburridos, poco imaginativos, fastidiosamente puritanos y tendentes a la falta de imaginación social.
Notas
- ↑ Se atribuye al Almirante Fraguas la frase "no hay apenas solteros interesantes en este vecindario, aunque no me imaginaba ni que fuera tan exigente ni que la cosa estuviera tan mal". La Secretaria Stephenson dijo "Es como ser el único niño de la aldea."
- ↑ El destino de la base de Centauri adquirió mala fama entre los militares porque estaba al cabo de un viaje braquistocrónico de dos años y medio subjetivos, mientras que en la Tierra pasaban cinco años, y encima no había dónde poner una colonia. La paga no crecía mucho y uno volvía 12 años después y 5 años más joven que sus coetáneos. La cosa se solucionó al montar un regimiento de desarraigados cuyo lema era "como fuera de casa, en ningún sitio", y que estuvo al mando de un tal Tirapu. Una unidad similar se embarcó hacia la base de Pupis 7 con el tremebundo moto "No volveremos" y su insignia era una pipa de mazorca rota. Desde entonces las compañías de larga distancia emplean extraoficialmente la divisa Return false aunque desde el siglo 34 carece de sentido.
- ↑ La Secretaria Stephenson, aludiendo a las injerencias de las potencias terrícolas en el XXII y XXIII, describió la situación así: "los colonos de Marte y Titán se dieron cuenta de que no se habían ido lo bastante lejos de la Tierra como para que les dejasen en paz". En cuanto tuvieron ocasión, algunos se fueron todavía más lejos.