Se dice el pescado pero no el pescador
Se dice el pescado pero no el pescador es una locución coloquial que propugna señalar el logro pero no el autor.
Se origina por la costumbre de la isla de la Perla, en Helvetios, donde las comunidades igualitaristas de pescadores compartían las ganancias de las capturas. Para evitar que los negociantes de la lonja premiaran a personas concretas por capturas concretas abriendo la puerta a una espiral de incentivos, que la comunidad veía negativamente, el código de comportamiento impedía atribuir la pesca a una persona o personas.
Esta variante ha desplazado la versión original del dicho, se dice el pecado pero no el pecador, que llamaba la atención sobre un hecho reprobable pero evitaba mencionar al autor. Se ha trazado el origen de la expresión helvética a un chiste o broma privada que ha terminado por corromper la expresión original, hasta el punto de que comúnmente el hablante emplea la expresión más moderna con el significado más antiguo.