Test de Val de Zate

De La Totalidad
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Llamado así en honor al teórico de salón que propuso la prueba. El Test de Val de Zate sobre la potencia de fuego sostenido es una medida orientativa de la potencia de fuego de una flota, y su enunciado original es tan sencillo como sigue: ¿qué pasa si lo disparamos todo?

La condición de la prueba es disparar todas las armas que puedan hacerlo simultáneamente, y verificar la potencia destructiva de un minuto de acción. La prueba tiene en cuenta las limitaciones de energía, la incompatibilidad de determinadas armas, etc. Es decir, no se contempla la potencia de todas las armas de a bordo, sino todo lo que puede dispararse simultáneamente. Sin embargo, el test no deja de ser un ensayo en condiciones ideales que, por ejemplo, implican que el blanco no esté advertido, que no realice maniobras evasivas, que la orientación permita el uso del máximo de armas ideal (lo que normalmente es imposible por cuestiones de geometría), etc. Todo esto resta credibilidad al test como medida universalmente aceptada y, de hecho, no tiene consideración oficial en la Armada. Oficialmente la Armada desaprueba el test, pero el mando hace la vista gorda a la costumbre de realizar el test siempre que no interfiera con procesos críticos.

Que se sepa, el test nunca se ha realizado con fuego real pero sí con simulaciones. La evaluación de los resultados puntúa cinco indicadores:

  1. Alfa, o daño producido por una sola secuencia de disparo completa de todas las armas.
  2. Frecuencia. Tiempo de recuperación y recarga de sistemas, o cada cuántos segundos es capaz de repetirse el test a plena potencia con un total de diez repeticiones.
  3. Número de veces. En un minuto, un día, una hora. Algunos sistemas deben detenerse, otros se agotan y no recargan.
  4. Gradiente. Variación decreciente de la potencia de fuego continuado hasta la total extinción de la energía.
  5. Tiempo de recuperación. Tras la total extinción de la energía de la nave, tiempo que esta tarda en estar en condiciones de repetir el test.

El test completo se mide como la sostenibilidad del alfa durante un minuto.


Alfa

Véase también Gamma.

El alfa es el principar indicador que mide el test de Val de Zate. El alfa monopoliza la discusión porque se considera una agregación de los restantes indicadores. La Armada mide habitualmente un factor gamma o DPS, similar al alfa pero contabilizado en escala de un segundo, que es más realista en condiciones de combate, y medido en petajulios.

Para el alfa, se considera un disparo ToT (Time on Target), lo que implica que diferentes armas disparen en diferentes momentos para conseguir un impacto simultáneo. Como la efectividad de un arma depende del tipo de blanco, en cada época se ha considerado un objetivo de referencia. En el siglo 42, el alfa se mide disparando a una simulación de un crucero de la clase Konkolón sin escudos y en posición estática.

El alfa se mide en "puntos", y se considera que el blanco tiene una resistencia o integridad de cien puntos. De esta forma, si una nave destruye en dos minutos un konkolón simulado, el alfa es 50 (100/2 = 50).

El alfa aparece en innumerables conversaciones del oficio. Es un debate habitual si el alfa debería medirse en ToT o en HS (hora de salida del disparo).

Alfa en otros ámbitos

El uso informal del alfa se aplica tanto a naves civiles como militares, flotas completas, sistemas de defensa en superficie y en unidades tácticas de infantería, como los trozos.

Autoridad del alfa

El uso del alfa se remonta, al menos, al siglo 22. Desde el siglo 25, la referencia oficiosa que recopila listas de alfas y determina el valor del punto es la revista Gentlepeople & guns.