Eugenesia

Eugenesia: Aplicación de las leyes biológicas de la herencia al perfeccionamiento de la especie humana.

Sobre la población y sus ciclos, véase: población de la Totalidad

Sobre las maneras de vivir, véase: estilos de vida, maneras de vivir

Historia

La eugenesia, o intento de mejorar las características de la especie humana, es un viejo sueño de la Humanidad, y, con frecuencia se ha materializado como una pesadilla en forma de regímenes totalitarios. Desde el año 12.000 antes de la Era Común, la Humanidad ha dirigido activamente, mediante selección, inconsciente o consciente, la transformación de especies vegetales y animales para adaptarlas a sus necesidades. Sin embargo, la modificación activa y constante de la propia especie humana nunca llegó a realizarse hasta prácticamente coincidir con la colonización del Sistema Solar.

La percepción de la sociedad respecto a la mejora de la especie ha variado y varía considerablemente con el tiempo y las diferentes sociedades. En los siglos finales de la era pre estelar, los avances científicos permitieron una aplicación constante y generalizada desde los programas sanitarios estatales. La esperanza de vida prácticamente se dobló en menos de dos siglos, y se erradicaron numerosas enfermedades y malformaciones genéticas. Todos los programas eran controlados por las autoridades, a excepción de algunos programas secretos, cuya trascendencia no es del todo conocida. Numerosos incidentes epidémicos y de orden público se atribuyen hoy en día a expermientos.

Con las primeras expediciones interestelares, resultó claro que la tutela de los estados desaparecería. El Concilio establecía ciertas reglas, especialmente dirigidas a mantener lejos cualquier experimento eugenésico agresivo que en el futuro pudiera convertirse en una amenaza para el resto de la Humanidad.

PostHumanos

Relaciones diplomáticas

Aunque la mayoría de las sociedades eugenésicas permanecen fuera de la Federación, se ha procurado evitar que estas sean percibidas automáticamente como una amenaza. En un intento por preservar unas relaciones de vecindad razonablemente buenas, después de un largo debate se aceptaron como humanos a aquellas sociedades que mantuvieran al menos 3 de las 4 bases nitrogenadas del ADN. Es decir, en la práctica todas las sociedades existentes.